Estar en obra diariamente y realizar actividades de la construcción requiere de mucho esfuerzo. Ese esfuerzo y constancia puede ayudar a convertir la panza chelera en un abdomen de fierro.

Para lograrlo, puedes convertir el lugar de trabajo en tu gimnasio. En tus ratos libres aprovecha en hacer rutinas cargando ladrillos, bloques o algo de peso, que te ayudarán a crear los músculos de los brazos.

Para el abdomen una buena serie de abdominales o mover la carretilla cargada de material varias veces con el abdomen contraído, puede ayudar a mantenerlo firme.

Esto lo puedes hacer diariamente en algún momento que el trabajo te lo permita y una vez que se termine el turno, regresaras a casa trabajado y ejercitado.

¿Tienes algunas rutinas que hagas en la obra? ¡Compártenoslas!